EN MI PRESENTE TU FUTURO

Progreso y planning vital
Cuando imagino a mi hijo viendo videos de su infancia en edad adulta me resulta inevitable no recrearlo sobre imágenes con ruido o rayas en plan VHS cascado, alguna canción de Torrebruno o Parchís como BSO... Hasta que aterrizo y me doy cuenta que él pertenece a la era de la calidad en la imagen y el sonido... Al tiempo en el que todo, absolutamente todo, puede ser registrado para visualizarse y/o escucharse en un futuro. ¡Qué cosas! Para él un clasicazo será cualquier disco que resuene en este nuestro presente. 

Resulta, también, difícil no pensar la forma en la que le haremos llegar nuestros gustos, nuestras aficiones, etc. Guardamos fragmentos o conjuntos de prensa escrita en plan tesoro histórico creyendo que los acogerá cual retazos del pasado e historia en el presente.

Nos hallamos en esos momentos en los que tenemos la idea de dejar crecer a nuestro hijo en la más absoluta libertad de elección de sus necesidades pero quién sabe en un futuro cómo acontecerán los movimientos evolutivos.

Quizá debiéramos centrarnos más en el presente pero soñar, planear, organizar e impulsar siempre fueron los malabarismos  más maravillosos de la quietud mental en los soñadores y no conformistas.

Me gusta conversar con mi amiga Cecilia sobre las expectativas que proyectamos en la crianza con nuestros bebés. Departir informaciones que nos cruzamos o escogemos en esta red de redes tan confusa o manipuladora en ocasiones.  

Somos conscientes de cómo aprovecha la industria para incorporar, sin huella notoria, infinidad de elementos materiales que no son necesarios para el desarrollo infantil. ¡Magistrales las publicidades! Así como todo el abanico de maravillas que en la actualidad podemos acercar a nuestros hijos con solo un clic o un resonar imaginativo de monedas con Visa. 

Animales
Por mi vida han pasado numerosos perros. Crecí rodeada de ellos. Obviamente, no en manada en casa pero sí  individualmente como miembros de la familia o de paso.
Seres inolvidables que recordaré hasta que mi memoria quiera seguir conviviendo conmigo. Como amante y defensora de los animales doy suma importancia a las sensaciones y efectos positivos que ejercen los perros sobre los bebés/niños. 

David está creciendo con la compañía de Otto, un bulldog francés de 9 años de edad.  Para él debe ser un peluche grande. Un peluche que se mueve y hace ruidos atípicos pero que le cuida, protege y regala un amor que ambos ya sincronizan e intercambian. 

David no dice aún mamá. Me llama Tata pero dice - Toooó -, e incluso un par de veces - Ottoooo -, para llamarlo. Estas cosas revisten el tiempo de dulzura, de suprema importancia animal. 

Llegará un día en el que Otto será una estrella que nos siga protegiendo, ya desde el cielo, pero el cariño, el descubrimiento, las caricias, los besos disimulados, las miradas e inocentes sonrisas... todo ello, será un calor en el corazón imposible de borrar de sus/nuestros calendarios.

Animales y niños ... ¡inigualable tándem!


TEXTO E IMAGEN:
David· un bebé que crece sano, felicísimo y rodeado de amor.
Karla· una madre mirando hacia el pasado para seguir mejor por el presente.

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