INFINITO MUSO

Antes escribía sobre tu boca en mi pecho, sobre tu piel; aterciopelado regalo para mis besos. Ahora, que creces a cada respiro, te advierto y escribo un poco más silenciosamente.
Amplío mi campo y divago sobre cada tallo con sus flores y sus abejas.
Pero ... Tú siempre con mi etiqueta más brillante de muso adquirido y requerido. Muso con los mayores privilegios de pluma, con la mirada redonda más cautivadora de mis palpitaciones. Muso, que pese a darte existencia, la tuya es la que crea la mía propia.
Muso danzarín de mis sueños, de mis avances y de mis logros. Muso que abre y recorre caminos con una minúscula huella veintidós.
Y en cuanto me descuido, zarandeas mi alma para volver a escribir sobre la melosa distancia que existe entre tu charla indígena (e imparable) y mi ser de mamá.

* A tí y sobre tí, David. Muso de mis entrañas.

[Discúlpenme el acento del "tí" ... Me cuesta tanto tanto cambiarlo desde niña. Costumbres mal adquiridas. Amores entre letras y acentos que no pueden pero se siguen queriendo].

Y, enérgicamente, escuchando:
https://youtu.be/rxmgK0Zv7UM


TEXTO E IMAGEN
David· un ser que crece sano, felicísimo y rodeado de amor.
Karla· una madre que teje letras cual mantas de punto bobo (de cruz).
FOTOGRAFÍA: Los musos pueden calzar pequeñito pero son grandes seres.

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